sábado, 3 de abril de 2010

El origen del origen

Toda esta pintoresca aldea, sin embargo, no es más que un reflejo de un modelo superior. Su originalidad únicamente reside en la forma con la cual sus desvergonzadas siluetas se funden con la tradición ibérica y sobre todo en la manera de camuflar la subvención con dinero publico a prostitutas japonesas.

Para entender mejor el misterioso erotismo del lugar hay que hablar sobre un tema peliagudo para cualquier creyente, pero dado la perdida de valores, se podrá tratar sin ningún pudor. Se trata de la caída de los Ángeles del cielo.

Todo comenzó en una jovial tarde de mayo, aquellas entidades divinas a las que llamamos Ángeles, depositaban su tiempo de ocio (que no era poco) en presumir de sus atributos físicos, mas concretamente el del tamaño de su virilidad, pues si, todos eran fornidos hombres y nadie cuestionaba su heterosexualidad, era el cielo,¿Qué esperáis? ante aquella figura absoluta, que era Dios. Estas tardes, según los historiadores eran tardes muy largas bañadas por los placeres (palabra clave) de sustancias psicotrópicas y no por sexo (quizás causante del problema) pues la existencia únicamente de fornidos hombres vetaba la posibilidad de cualquier desahogo (tan necesario en la vida). Recapitulando, la frustración sexual que provocaba a los Ángeles la falta de mujeres ardientes y la ilegalidad de la masturbación unido al consumo de psicotrópicos desencadeno lo que cualquier españolito hubiese previsto: QUEJAS.

Y así fue como estando en esta jovial tarde de mayo uno de los Ángeles mas viriles (ya sabéis a lo que me refiero) se despego de su asiento incrustado en joyas y se dirigió a apagar la música reggae que mantenía la eudamonia (buen rollito) del lugar. Una vez pausada la música, todas las miradas se centraron en los atributos de Dios. Todos los Ángeles esperaban la respuesta que condenase a aquel insolente, que por motivos obvios pasara a llamarse Lucifer, pero la respuesta no llego. El envalentonado borracho empezó a caminar a trasquilones hacia su deudor. Ante el impacto de todos algunos Ángeles (igual de borrachos) decidieron escoltar los paso de Lucifer. Una vez llego al lado del trono sagrado este blandió la copa de vino de su señor y se la vertió en su enorme barba blanco. Mientras añadía con un hiriente tono sarcástico.
-¿pretendes, oh señor mío, mantenernos ebrios el resto de la eternidad sin mujeres?

Dios aparentaba haber consumido mas de lo normal. Y es curioso hasta que punto una sobredosis puede opacar los poderes y liderazgo de un dios. No respondió.

-¡Esto se merece la guerra!- Concluyo lucifer mientras daba media vuelta y se dirigía a chocar y presumir de su hazaña con sus compinches. Mientras desaparecía con un truco de magia barato junto con sus colegas.

De repente las pupilas de Dios consiguieron enfocar la situación. Se enderezo en su trono y se escurrió la barba recién empapada por el vino. La furia de Dios se hizo palpable, no solo en la cadena de insultos originales que solo un Dios puede lanzar, sino también en el brusco cambio medioambiental de la tarde que se había tornado en una oleada de rayos y relámpagos.

Es curioso observar que desde entonces, desde este conflicto que de forma plagiadora podemos denominar el conflicto original, todos los problemas y guerras han sido empezadas por causas idénticas o muy parecidas a estas. La soberbia y la falta de virilidad unida al rencor son las claves de una buena guerra.

Como era de preveer las copas de vino se cambiaron por lanzas recubiertas por papel de aluminio (que le otorgaban el brillo divino). Y en una batalla brutal, Ángeles de los dos bandos procedieron a defender sus valores. El tiempo se detuvo, los cadáveres de esos hombres fornidos se amontonaban por todas partes. La sangre de suelo se mezclaba con el vino vertido en pasadas fiestas. Finalmente, Dios y sus Ángeles ganaron.

Lucifer y sus Ángeles fueron despojados de su condición angélica y expulsados del reino de los cielos. La gravedad hizo el resto y tras 9 días de caída continua por fin llegaron a un sitio de tierra firme, el infierno.

El liderazgo de Lucifer llevo a este a reinar este insólito lugar. Lo primero que construyo para que fuese algo acogedor fue una ciudad. Esta ciudad paso a llamarse de una forma provocadora como La Ciudad del Pecado o Ciudad de Dite. Esta ciudad suplió las carencias del cielo. Y en poco menos de dos meses, se lleno de mujeres y se aprobó una constitución en la cual la masturbación y la libertad sexual eran considerose deberes nacionales.

Es precisamente de esta ciudad de la cual nuestra aldea brindo el modelo para ser construida. Sin embargo, no fue el modelo directo. Pues la ciudad de dite sirvió de inspiración para Sodoma, Gomorra, el vaticano y Las Vegas. Y es precisamente de todas estas de las cuales la aldea ha ingerido sus rasgos. Pero no por ello hay que olvidar el origen del origen. Que es como he dicho, la ciudad de Dite.

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